sábado, 8 de marzo de 2014

El fútbol (IV) La Tecnología

P arece que soy un 'forofo' del fútbol... a tenor de lo mucho que hablo de él en este Blog. Pero no es así, solo que me atrae como fenómeno social. Y por la irracionalidad de la que está impregnado, que me sacaría de quicio... si no me lo tomase a broma. Así que hoy voy a hablar (y a criticar...) sobre la tecnología aplicada al fútbol.

Aplaudo los avances tecnológicos al servicio del deporte. No solo en los entrenamientos, en los análisis sanguíneos, metabólicos, de carga muscular, el diagnóstico de lesiones, etc de los deportistas, etc, sino también, en el fútbol, hasta cosas tan sencillas como conocer las estadísticas de cada jugador: lo que corre en cada partido, los pases que hace, sus zonas de influencia, sus disparos a puerta, y un largo etcétera.

Y lo que no entiendo es el clamoroso retraso tecnológico que existe en algo tan fundamental como 'arbitrar' un partido y de dejar todo a la tantas veces denostada libre (e inapelable) interpretación de un señor vestido de negro (bueno, ahora también de amarillo, o naranja... sin duda motivado por causas tecnológicas, como su mejor identificación en la tele).

Pero ¡Albricias...! he leído que en el próximo Mundial al fin se va a introducir un avance tecnológico: ¡Un spray para marcar donde se produce una falta y dónde se debe colocar la barrera... que seguirá, por cierto, midiéndose 'a ojo'...!.

Parece que también se habla de un futuro 'Ojo de halcón', como en tenis, para ver si un balón ha traspasado completamente la línea de la portería, cosa que me parece buena, pero ridículamente desproporcionada. Porque... ¿Cuantos 'goles fantasmas' se producen al año?

Este año seguí en la tele algunos partidos de fútbol americano, incluido la 'Super Bowl'. Y me admiró lo pragmáticos (y justos) que son estos yankis. En primer lugar, hay varios árbitros. Incluso hay un paisano que corre la banda con un palo con banderola, para indicar donde se paró el balón en cada momento, para controlar minuciosamente las distancias. Pero sobre todo me encantó lo del 'pañuelito'

¿Y qué es eso del pañuelito?. Pues sencillamente que, cuando se pita una falta, o hay que interpretar una jugada, cualquiera de los árbitros puede lanzar un pañuelo amarillo al suelo, que es como decir... ¡Tengo una duda razonable...!

¿Y qué pasa entonces? Pues, sencillamente, que esa jugada pasa a revisión: Varias cámaras están grabando todos los lances del juego, desde distintos ángulos, y la jugada es analizada inmediatamente por un 'tribunal técnico' que, en menos de un minuto, dicta su sentencia, se la comunica al arbitro principal y éste asume, y hace público, el veredicto.

Y se acabaron las discusiones e interpretaciones. Todo el mundo lo asume, y aquí paz y después gloria.   Que digo yo... ¿Es tan difícil montar una cosa así en nuestro fútbol, dejarnos de una vez de la antigualla esa del 'Juez Único e Inapelable' y arbitrar 'colegiadamente', que para eso seis u ocho ojos (y la 'moviola') ven mejor que dos... para tomar las decisiones más justas...?

¡Ah, si...! que entonces no sería 'fútbol'.

¿Seguro...?

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