miércoles, 29 de octubre de 2014

¡Qué casta... la de la 'casta'...!

Si hay algo en lo que estoy de acuerdo con los 'indignados' de Podemos, es en la convicción de que hay que sacar a gorrazos a los políticos actuales. O, por decirlo más finamente, en hacer una drástica catarsis de una situación que ya es insostenible.

Y si hay algo en lo que estoy en completo desacuerdo con ellos, es en el tufillo, no ya al populismo asambleario y a la revolución 'izquierdoso-bananera' al que apestan, sino a una pestilencia mucho peor: que, ahora que está de moda, en las teles, los reportajes sobre los 75 años de la Segunda Guerra Mundial, y por ende sobre los comienzos del nazismo, te das cuenta de que el caldo de cultivo (importante depresión económica, paro galopante y corrupción desenfrenada en la clase política) que permitió crecer a esa, y parecidas ideologías, son similares.
Y que incluso los perfiles de Adolfo Hitler, como líder populista indiscutible, y de Joseph Goebbels, como demagogo-propagandista-movilizador de masas están perfectamente representados entre los cabecillas de Podemos.

Peo no voy a irme por los derroteros de las 'Noches de cuchillos largos' ni lindezas de ese estilo, sino por el mencionado 'caldo de cultivo': los políticos actuales, sus prebendas, sus corrupciones y corruptelas... y su 'casta' por seguir en seguir 'chupando de la teta'... y por el hartazgo que tenemos los ciudadanos de a pie de soportar las crisis y los escándalos sobrevenidos por su culpa.

Hace un siglo, o más, había dos trayectorias profesionales muy cotizadas: y es que, aparte de que al primogénito solía dotársele del 'mayorazgo', y por ello dedicarse plenamente a mantener y mejorar la hacienda familiar, a los segundones y tercerones muy a menudo se les orientaba para ser o curas, o militares. Porque ambas eran 'carreras abiertas', donde una persona esforzada podía acabar, fácilmente, muy bien situado como obispo (incluso cardenal), o como coronel (o incluso general).

Esto ha cambiado mucho. Y hoy en día es evidente que una de las trayectorias más cotizadas es la de la 'carrera política' (y otra es la de ser figura de fútbol, claro). Y es que metido en un partido político, aunque tus estudios sean escasos, puedes llegar a medrar económica y personalmente, a ser un prohombre millonario... y a vivir siempre del erario público (o sea... del sudor de los contribuyentes).

Vaya montaje, el de los políticos... ellos hacen las leyes, ellos las interpretan, ellos controlan su aplicación, ellos las cambian, si les interesa hacerlo...

Y vaya montaje, el de 'la democracia': llénate la boca de demagogias, preocúpate de que la población piense y razone lo menos posible, llénales, si acaso, las panzas (o lávales el cerebro)... y crearás un voto cautivo que te mantendrá siempre en el chollo.

Y podrás robar impunemente, forrarte con comisiones por hacer, u ordenar hacer, favores, usar el dinero público ('como no es de nadie'...) a tu antojo, etc, etc.

No digo que los primeros políticos de la democracia, aflorados tras la muerte de Franco, no tuviesen 'tendencias' puristas, incluso altruistas, o románticas (aunque esto lo dudo un poco). Pero lo que está claro es que, después de casi 40 años, la Democracia española está podrida, llena de arribistas sin el menor decoro, prestos a defender solo su cocido, a barrer para sus intereses personales... 'y el que venga detrás, que arree'.

Con todo el cúmulo de escándalos económicos que están apareciendo, y que salpican a todos los partidos (a toda 'la casta', y a los Sindicatos, los empresarios...) ¿Qué estamos viendo? ¿Un interés de 'servicio', de ponerse de acuerdo en erradicar para siempre estas prácticas?

¡Qué va...! nada de pactos éticos, nada de acuerdos globales. Solo 'defender a los de mi partido', querer sacar réditos políticos de los escándalos que afectan a los demás, mirar solo lo que interese mirar...

Es decir, en el fondo, tratar de alcanzar más cuota de poder, buscar un 'quítate, que ahora me toca a mi'... y continuar con el chollo.

Que no, señores políticos, QUE NO. Que estamos hartos de la partitocracia y del abuso de poder. Que queremos políticos honrados, de trayectoria intachable, y al servicio de la ciudadanía, no del partido. Que los deberes y las obligaciones, y las leyes vigentes, son aplicables, por igual, para todos. Que BASTA YA.

Y que, como una 'democracia plebiscitaria' es inaceptable, que somos 46 millones de españoles y este pais no puede ponerse de acuerdo, y funcionar, a base de asambleas de ciudadanos, de ver quien grita más, y de votos a mano alzada (ni, por cierto, tampoco a base de Reinos de Taifas), no hay más que una solución: tienen que ponerse inmediatamente a barrer sus casas. Y a tener 'vergüenza torera' y hacerse, si es caso, el harakiri. 
Pero cada uno en su partido, con los suyos, y bajo su propia responsabilidad y conciencia. Que ya decidiremos, el pueblo llano, quien se ha hecho mejor la necesaria depuración. Y votaremos en consonancia.

Así que nada de seguir mirándose de reojo, o de dedicarse exclusivamente a echar piedras en el camino de los otros, o a solo hablar del 'y tu más' para convencer al pueblo llano de que le vote.

Porque de seguir así, ni galgos, ni podencos, como decía la fábula de Iriarte
En esta disputa,
llegando los perros
pillan descuidados
a mis dos conejos.
Porque si llegan los de Podemos, y las ideas que exponen tan demagógicamente, o los independentistas, con no menor demagogia... incluso odio, o seguimos bajo la férula de la actual casta política... los españolitos de a pie vamos a saber, verdaderamente, lo que vale un peine...
O, lo que es peor, se nos puede abocar a tener que salir a la calle a defender nuestros propios principios y valores... que colectivamente, seguro que son muy distintos... y ya la tendremos liada.

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