lunes, 16 de noviembre de 2015

La Tercera Guerra Mundial

A raiz de la masacre parisina por parte de los yihadistas, han corrido ríos de tinta por parte de los 'primeros espadas' de la prensa y radio nacionales, refiriéndose al tema, y aportando sus normalmente inteligentes apreciaciones, que no en vano hablamos de la flor y nata de los comentaristas mediáticos. Y yo voy a referirme a un enfoque que me sensibilizó bastante: que estamos en la Tercera Guerra Mundial. Lo que pasa es que no nos percatamos de ello. 

Pero hay que ser claros, lo de bautizarlo como tal es una cuestión, posterior, de historiadores. Vamos, que cuando mataron en Sarajevo al Archiduque Francisco Fernando de Austria nadie hablaba de 'La Gran Guerra'. Ni, cuando Hitler invadió Polonia, del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Y, como decía con mucha gracia Antonio Burgos, cuando nuestros padres o abuelos se estaban pegando tiros entre Amposta y Mequinenza, nadie decía que estaba en plena Batalla del Ebro… e incluso seguro que algunos hasta desconocían que aquel río era el Ebro, pero las balas eran de verdad. En resumen, que los conflictos se bautizan 'a posteriori'.

Y todo hace indicar que estamos en una guerra global, que quizás empezó en 2001, con el atentado a las Torres Gemelas del 11 de septiembre. Lo que pasa es que es una guerra 'distinta', sin movimientos de tropas, incluso sin ejércitos convencionales… pero guerra, al fin y al cabo. Y en las guerras se lucha y o se ganan, o las pierdes y te rindes, pero no se arreglan mirando para otro lado mientras el enemigo te ataca, especulando sobre 'La Alianza de las Civilizaciones' y todas esas historias.

El caso es que aquí estamos todavía imbuidos en el 'buenismo', aceptamos, desde hace años, que millares de moritos ocupen nuestras ciudades, mantengan sus costumbres... e incluso aceptamos de buen grado, porque es 'políticamente correcto' que nos impongan parte de su idiosincrasia. Cuando no les defendemos o beneficiamos… aun pasando por encima de los valores de nuestra civilización occidental.
Y en España, cómo no, la izquierda progreta, que comentaba el otro día, a propósito de esta masacre, aún tuitea que la culpa es de la OTAN, o de François Hollande (por cierto, socialista), cuando no llama 'fachas' a los franceses que, con rabia contenida, entonan la Marsellesa.

Prueba del buenismo es el logo que se ha hecho famoso, esa réplica del símbolo hippie de la Paz, con la Torre Eiffel encerrada en un círculo, que me niego a poner aquí (me 'pone' más la viñeta de 'La Nueva España' que añado abajo).… y del que supongo que el autor (diseñador) ya habrá patentado y obtenido su copyright.
O el numerito de ese artista que, en lo que más bien me parece una 'perfomance' que una expresión de sentimiento de dolor, fué arrastrando por la calle un piano ¡de cola…! para acabar tocando, rodeado de público, el Imagine de John Lennon… que no es más que un perfecto alegato de ese 'buenismo utópico' más propio de progretas o fumatas:
“Imagina a todo el mundo viviendo el día a día... 
Imagina que no hay países,no es difícil hacerlo.
Nada por lo que matar o morir, ni tampoco religión...
Imagina a todo el mundo, viviendo la vida en paz…"

Es verdad que masacres similares, realizadas por los mismos canallas, se han realizado en muchos otros lugares (hace unos días, en Beirut, murieron 44 personas, por no hablar del atentado de Ankara, donde se puso una bomba en una manifestación de trabajadores y murieron casi un centenar de personas) pero la lejanía ayuda poco a sensibilizar a la opinión pública de que 'hay que hacer algo'.
Al menos hasta ahora, porque Francia puede ser distinta, quizás porque desde Carlomagno se le ha tenido como 'el cogollo' de Europa. Y París, su buque insignia.

Y es que hay una cuestión clara: que estos malditos terroristas matan siempre al grito de '¡Alah es Grande…!'.  Y que, por más que haya gente que diga que el Islam es una Religión de Paz… ya es hora de que los millones de islamistas 'no beligerantes' demuestren claramente que eso es así, y corran a gorrazos (o, al menos, descalifiquen claramente de palabra y hechos) a los yihadistas… pero que 'me da a mi' que hay muchos millones de islamistas que están muy calladitos... y eso es 'otorgar'.

La France, como dije, es distinta. Por un lado, su 'grandeur'. Por otro, que están muy identificados con su himno, que no deja de ser… muy 'combativo':
¡Aux armes, citoyens!, ¡Formez vos bataillons!, 
marchons, marchons… que la sangre impura empape nuestras cunetas!

Y ha empezado a actuar: primero, desde el sentimiento, unido, de todos los franceses, independiente de su afiliación política... lo que es, desde nuestra perspectiva española, muy envidiable. 
Y segundo, contraatacando: van a expulsar a los imanes activistas, raiz del proselitismo interior desde las mezquitas hasta ahora admitidas dentro del territorio francés, y ya están bombardeando las fuentes de financiación del ISIS, o DAESH, la Yihad y todas estas historias… en Siria, y donde sea necesario.
Tal parece que se quiere iniciar una nueva Cruzada para parar la presión a la que está sometida la civilización occidental por parte de los islamistas extremos (y de sus consentidores).
Y si no al grito de 'Deus lo vult', si al menos al de ¡Hasta aquí hemos llegado!
Porque si, creo que es hora de hacer algo, que estamos en la Tercera Guerra Mundial...

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