sábado, 3 de diciembre de 2016

Parió la burra...

O sea, que se ha consumado el parto y, en mi ciudad, Oviedo, se ha aprobado el cambio de nombre a 25 calles. Cosas de la famosa ‘memoria histórica’, que es claro que lo que pretende es desmemorizar a la ciudadanía o, lo que es peor, reprogramar su memoria, para fijar las ideas que interese. 

Porque solo así se entiende el cambiar el nombre de la calle del coronel Aranda, jefe de la guarnición de Oviedo cuando, en el 36, fue sitiado por las milicias mineras, por el de 'calle de las Trece Rosas', que es como se llamó a un colectivo de miembros (¿o ‘miembras’?) de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), fusiladas por los 'nacionales' en el 39. Que a estas alturas no tengo nada en contra o a favor de uno, o de otras, claro, pero que, insisto, en la vida lo mejor es ser copulativo, no disyuntivo.

Otro caso: la calle del comandante Vallespín (donde, por cierto, viví varios años) va a pasar a denominarse 'calle Gloria Fuertes'. El comandante Vallespín era un militar de la República, que vivía en Gerona, a quien el ‘Alzamiento’ del 18 de julio del 36 le cogió en Oviedo, de vacaciones, y se presentó, como no podría ser de otro modo, al Jefe de la guarnición ovetense, el coronel Aranda. Murió en octubre de ese mismo año… y no creo que tenga más historia. De Gloria Fuertes (sin ninguna ascendencia asturiana) lo único que conozco son sus poesías infantiles, que recitaba con su ronca y peculiar voz, y entonación… ‘La pata desplumada, cua, cua, cua/ como es patosa, cua, cua, cua/ ha metido la pata, cua, cua, cua/ en una poza’.
Bueno… pues vale. Aunque en su honor debo decir que me contó un amiga que hace un mes bautizaron con su nombre a un avión de la Norwegian Airlines.

Es que este ayuntamiento ovetense, con un socialista al frente, ‘en amplia minoría’, aupado al puesto por el apoyo (y control) de los concejales de Podemos… es para darle de comer aparte. Hombre, en lo único que puedo aplaudirles es en que a la ‘vía de penetración’ (vaya nombrecito...) de Oviedo, desde la Autovía del Cantábrico, le hayan puesto por nombre no el de ‘Avenida de la Vagina’, o similar, sino el de ‘Bulevar de San Julián de los Prados’, en honor a la iglesia prerrománica asturiana que la preside. Pero esto gracias a una votación popular, claro.

Volviendo al ‘parto de los montes’, ya lo dije en otra entrada del Blog, el Jardín de los Reyes Caudillos (conjunto escultórico, junto a la catedral, donde están representados los Pelayo, Alfonso, Fruela, Ramiro, Ordoño, Silo, Bermudo…) ahora se llamará ‘Jardín de los Reyes’. ¿de qué reyes…? Por lo menos podrían haberlo llamado ‘...de los Reyes Asturianos’ ¿no?.

Y otro caso, para concluir: la Plaza de la Gesta (otro enclave típico de Oviedo), se llamará, a partir de ahora, la Plaza del Fresno. Con lo que sospecho que al famoso (y vecino) colegio de la Gesta le llamarán, en breve, para ser ‘políticamente correctos’… ‘Colegio del Fresno’. Pero atención porque nuestra actual Reina de España, Doña Leticia, se educó en él y... ¿Tendrán que corregir sus ‘hagiógrafos oficiales' el contenido de su biografía? Me temo que si, la Corona española siempre se obliga a ser (también…) ‘políticamente correcta’.

Total que, hoy, Oviedo es un hervidero de críticas. Ya se está pensando en los numeritos que saldrán a la luz cara a la próxima Navidad, como por ejemplo los derivados de negarse a exhibir signos cristianos, etc… ‘porque no todos los ciudadanos son católicos, y les puede molestar’.
Caramba, eso quiere decir que cuando el Ayuntamiento exhibe, alegremente, la bandera arco iris y otros signos del ‘orgullo gay’… debe ser porque piensan que todos los ovetenses somos o lesbianas, o maricones. Manda huevos…

Pero las críticas se acervan al hablar de la consecuencia práctica de la decisión del cambio de nombre a las calles. Y es que va a haber bastantes miles de ciudadanos que tendrán que cambiar sus tarjetas de visita, los membretes de sus sobres… y sobre todo personarse en los centros correspondientes para que les cambien el nombre del domicilio en el DNI, en el carnet de conducir, en Hacienda, en la Seguridad Social, en los Bancos… y no digo nada del coste que va a suponer para las empresas ubicadas en esas calles, con el cambio de domicilio social, cartas y sobres impresos, rotulaciones en vehículos, anuncios publicitarios ya grabados, publicidad en trípticos, folletos, cartelería, inserciones en publicaciones, páginas web, etc, etc...

¿Quien paga esto? Porque, por poner un caso simple, tengo entendido que, en el caso, por ejemplo, del carnet de conducir… hasta te pueden multar por no llevar la dirección actual. Y no he visto, por ningún lado, que se provea, a los afectados, de una certificación de que la calle X es ahora, legalmente, la calle Y.
Es más, incluso he oído que tienes que pasar por el Ayuntamiento para volver a empadronarte.

Pais… como si no hubiera cosas más importantes en que ocuparse...

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